Bonnie, una nueva etapa.
26-04-2009
Bonnie es, en todo el tiempo que llevamos como protectora, el perro que nos ha llegado con más miedo. En realidad, se trataba de pánico.
Joven, esterilizada, sin chip y nadie que la haya reclamado.
Sus primeros dias fueron no moverse en absoluto de su caseta hecha un ovillo con la cabeza escondida entre las patas, defecando y orinándose encima y comiendo cuando no quedaba nadie.
Ha sido un proceso lento, en el que se ha empleado mucho cariño, toda la paciencia necesaria, hablar siempre en un tono suave, y dejarle tiempo.
Los progresos también han sido lentos, si bien ahora ya salía a pasear, aunqué le gustaba ir en la misma dirección que el resto de perros también paseando.
De vez en cuando, aún se bloqueaba sin dar un solo paso, como le pasó en nuestra última desfilada de abril.
Esther oyó hablar de Bonnie, y quiso venir a conocerla. Esther ya sabe lo que es tener un perro que ha sufrido maltrato, pues con Alicia, adoptaron a Katia, galguita que les llegó en condiciones extremas, y hoy vive una vida tranquila y feliz.
Salieron a pasear, y Esther tuvo claro que se quedaba con Bonnie.
El desplazamiento a Barcelona ya fué una sorpresa, por primera vez iba sentada en el asiento trasero del coche –con el cinturón de seguridad para perros- tranquila y observando el paisaje.
Desde el parking al lugar de encuentro con Esther y Katia, hubo que andar un buen trozo entre un número considerable de gente, y a pesar de nuestros temores, no hubo ningún problema.
El encuentro entre Katia y Bonnie en el pipican, muy bien, de momento no se hicieron ningún caso, y Bonnie se quedó tranquila, sin intención de esconderse bajo un banco.
El momento de la despedida llegó y Bonnie se fué sin ningún problema con sus nuevas amigas.
Lleva un día en su nueva casa. Salen a dar largos paseos, van al pipican, le pasan por al lado autobuses, coches, ruidos y ella sigue su camino. En casa permanece relajada, con Katia muy bien, come, sube en ascensor sin temor, mueve la cola …
Estamos muy contentos, creemos haber logrado que Bonnie haya empezado a confiar en los seres humanos.
Ahora empieza una nueva etapa, que estamos seguros irá muy bien y se hará querer todo lo que ella merece y seguramente nunca ha tenido.
Todo el agradecimiento desde las protectoras, a las personas de buen corazón que se quedan con los más desgraciados, los enfermos, los viejecitos, y por suerte, hay personas así. Todo nuestro reconocimiento.